2.500 personas asistieron a la ceremonia de dedicación del bello oratorio en honor a la Madre del Buen Consejo.
La belleza de la decoración interior ya deslumbra a cuantos entran en ella, mientras poco a poco de irán terminando los detalles de la fachada y otros elementos de la imponente construcción.
En el interior de la nave pudieron ubicarse hasta 1.200 personas incluyendo el coro y los pasillos laterales que quedaron abarrotados. El resto de los fieles pudieron acompañar la ceremonia desde las carpas situadas enfrente del templo, a través de una pantalla gigante de televisión.
Además, incontables fieles asistieron al vivo a la retransmisión en directo por 3 canales de TV, uno por internet, otro por cable y otro en señal analógica al aire.
D. Joaquín Hermes Robledo, obispo de San Lorenzo, diócesis en cuyo territorio se levanta el templo, inició la ceremonia en la sacristía rezando un Avemaría con todos los sacerdotes y diáconos presentes.
Las músicas resonaron alegres y triunfantes bajo la hermosa bóveda estrellada en este domingo de Gaudete (que significa: regocijaos, estad alegres) por la cercanía de la Navidad.
D. Joaquín bendijo todo el templo, por fuera y por dentro, sin omitir a ninguno de los fieles que, a pesar del calor extremo, participaron con fervor de la ceremonia.
La belleza de los ritos y su alto significado místico encantó a todos, como la unción del Altar con el óleo de la alegría...
... y el ofrecimiento del incienso que perfumó el ambiente mientras acompañaba nuestras oraciones a lo alto.
El hermoso sagrario donde se reservará al Santísimo Sacramento adorado día y noche por los ángeles y los hombres.
La decoración de las flores y la iluminación del Altar con las velas terminaron de preparar todo para el momento culminante y sublime del sacrificio eucarístico, cuando Nuestro Señor baja del cielo para hacerse verdadera y realmente presente en el pan y el vino consagrados.
Ante la mirada pura y maternal de María, Madre del Buen Consejo, se desarrolló esta fabulosa liturgia que llenó nuestros corazones de santa alegría y esperanza.
Muchas más se celebrarán en este templo consagrado para gloria de Dios, de su Santísima Madre y santificación de los innumerables fieles que hasta aquí se acerquen.
LAUS DEO VIRGINIQUE MARIAE!