La diferencia que existe de ángel a ángel es muy grande, es ‘de
especie', cada ángel es de una especie diferente del otro, como lo explica
Santo Tomás. Y siendo mucho más numerosos que los hombres, concluimos que es
sobre todo en ellos donde Dios muestra su diversidad infinita en la magna obra
de la Creación.
Entretanto, la unidad de la naturaleza angélica se establece también en
la ayuda de los ángeles de la guarda. Sabemos por la Revelación que una de las
principales misiones de los espíritus angélicos es la custodia de los hombres.
San Pedro liberado de prisión por un ángel
Pero parece también haber una relación metafísica entre el ángel y su
protegido. "Podemos imaginar que cada Ángel tiene su gran misión
extra-temporal que penetra totalmente en su ser. Un Ángel del Amor infundirá el
amor en su tarea de Ángel de la Guarda y animará a su protegido a crecer en el
amor a Dios y al prójimo. Un Ángel con el poder de la palabra, iluminará a su
protegido para que también pueda transmitir buenas, útiles y preciosas
palabras. Para ser auxiliar en el camino que lleva hasta Él, Dios amabilísimo,
en su sabiduría infinita, pensó en el Ángel de la Guarda que más le conviene a
cada persona. Por tanto, el hombre debe escuchar la ‘voz de su Ángel' "
(Los Ángeles en el Rosario, Arwed María Hummer). Es decir, no solo el ángel
influye de diversas maneras a su protegido, sino que la relación establecida
por Dios entre los dos habla de conveniencia, ciertamente fruto de similitud de
vocación y por ende de similitud ontológica.
Es el anterior un importante elemento a tener en cuenta, para caminar
más de la mano con el ángel de la guarda el sendero de la vida: Estamos muy
unidos a él, por designio divino.
Sí, apaguemos nuestro orgullo: somos débiles, y para remedio de nuestra debilidad,
Dios nos destinó los ángeles de la guarda, como lo resalta poéticamente San
Roberto Belarmino: "Quiso la inmensa bondad de Dios nuestro Padre, confiar
a sus potentísimos siervos la flaqueza de los mortales, a fin de que cuiden de
ellos como los preceptores de los niños, los tutores de sus pupilos, los
abogados de sus partes, los pastores de sus ovejas, los médicos de los
enfermos, los defensores de sus protegidos, o como los protectores de aquellos
que son incapaces de defenderse si se abrigaren debajo de las alas de los
poderosos".
(Elevación de la mente a Dios por los grados de las cosas creadas -DE ASCENSIONE MENTIS IN DEUM PER SCALAS RERUM CREATARUM- Noveno grado. Capítulo VI)
(Elevación de la mente a Dios por los grados de las cosas creadas -DE ASCENSIONE MENTIS IN DEUM PER SCALAS RERUM CREATARUM- Noveno grado. Capítulo VI)
Esta protección angélica es fundamentalmente la de conducirnos por los
caminos de la virtud. Su poder es grandísimo, por lo que solo en el cielo
sabremos de lo que nos ha librado el ángel de la guarda.
Dice el famoso Pesch que son doce los beneficios que los teólogos han
definido que nos aportan los ángeles:
- primero,"Los Ángeles reprenden nuestras faltas;
- segundo, nos ayudan a librarnos del pecado;
- tercero, apartan los obstáculos de nuestro progreso espiritual;
- cuarto, nos evitan las tentaciones;
- quinto, nos instruyen;
- sexto, nos revelan ocasionalmente secretos;
- séptimo, nos consuelan;
- octavo, nos dan fuerzas a lo largo del camino;
- nueve, nos guían a la Patria celestial;
- diez, expulsan y vencen nuestros enemigos;
- once, suavizan las tentaciones;
- doce, ruegan por nosotros y apoyan nuestras oraciones"
(Die Heiligen Schutzengeln, Pe. Christian Pesch S.J.)
- primero,"Los Ángeles reprenden nuestras faltas;
- segundo, nos ayudan a librarnos del pecado;
- tercero, apartan los obstáculos de nuestro progreso espiritual;
- cuarto, nos evitan las tentaciones;
- quinto, nos instruyen;
- sexto, nos revelan ocasionalmente secretos;
- séptimo, nos consuelan;
- octavo, nos dan fuerzas a lo largo del camino;
- nueve, nos guían a la Patria celestial;
- diez, expulsan y vencen nuestros enemigos;
- once, suavizan las tentaciones;
- doce, ruegan por nosotros y apoyan nuestras oraciones"
(Die Heiligen Schutzengeln, Pe. Christian Pesch S.J.)
San Juan de Dios ayudado por un ángel
Hospital de la Santa Caridad - Sevilla
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Las operaciones naturales de los ángeles son mucho más perfectas que las
de los hombres, dada la elevación de su naturaleza, y por ello cuando estas
operaciones entran en contacto con el hombre, tienen una altísima influencia
según lo quiera o permita Dios. Miremos como lo dice el P. Parente: "Al
hacer accesible su mente, un ángel es capaz de revelar no sólo sus pensamientos
mas también sus afectos, sus deseos, su placer, su gratitud, su alegría. Tales
manifestaciones son inmensamente más perfectas, más bellas, y convincentes que
cualquier expresión humana correspondiente. Ellas son una bendita irradiación
de cualquier sentimiento que esté siendo expresado" (Beyond Space, Pe.
Pascal P. Parente, S.T.D.)
Lo anterior nos debe mover aún más a recurrir al ángel de la guarda, sea para que nos ilumine, sea para que nos prevenga de la acción demoniaca, que conserva todo su poder natural y por tanto toda su gran influencia sobre nosotros.
Lo anterior nos debe mover aún más a recurrir al ángel de la guarda, sea para que nos ilumine, sea para que nos prevenga de la acción demoniaca, que conserva todo su poder natural y por tanto toda su gran influencia sobre nosotros.
Este mundo naturalista y racionalista nos ha alejado de la comprensión y
del aprecio de la acción del ángel de la guarda, e igualmente nos ha ocultado
la acción del demonio.
Entretanto, querámoslo o no, esa acción existe. Para expurgarnos un
tanto de racionalismo, terminemos estas líneas con lo que afirma el P. Deidier:
"Los autores eclesiásticos suponen que muy a menudo los Apóstoles fueron
trasportados sobre las manos de los Ángeles de un lugar a otro para consultarse
y escucharse entre ellos". (Les Anges et le Sacré Coeur, R.P. Xavier
Deidier).
Por Saúl Castiblanco
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org.