El Domingo 20 de Noviembre, acudimos a la Basílica de Caácupe para confesar, celebrar la santa Misa y ganar de nuevo el jubileo en su último día.
Presidió el P. Rafael Ibarguren con ornamentos dorados por ser la solemnidad de Cristo Rey.
El sermón fue muy interesante, comentando que Nuestro Señor dio hasta la última gota de sangre por nosotros. Ya crucificado, el mal ladrón lo insultaba diciendo que se salvase si era Dios; pero el otro ladrón (llamado Dimas) lo defendía y suplicaba: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino".
Y Jesús le dijo: "En verdad os digo: hoy estarás conmigo en el paraíso".
La Iglesia estaba a reventar por la cercanía de la gran Fiesta de la Virgen de Caacupé.
Como es tradición en la basílica, al final, la gente se acerca con devoción para recibir la aspersión con agua bendita.
Luego nos fuimos hasta la Casa Sagrada Familia para disfrutar de un maravilloso asado.
Casi estábamos en el Paraíso, decían algunos.
Este es el valiente equipo que consiguió rendir a los más de 400 comensales.
El tiempo estaba muy bonito y las familias muy contentas.
¡Enhorabuena y mil gracias por hacer posible estos inolvidables momentos!
Todo lo recaudado con las adhesiones y las remeras se destinará a la construcción de la iglesia en honor de Nuestra Señora del Buen Consejo.
A los postres, un concierto pre-Navidad que ya se está acercando...
¡Un día maravilloso e inolvidable bajo el manto de María!