Por fin llegó la fecha tan esperada: el festivo de la batalla del boquerón que nos permitió hacer una escapada del trabajo para llegarnos hasta Sao Paulo y conocer las Casas e Iglesias de los Heraldos del Evangelio en esa enorme ciudad.
Vamos a poner algunas fotos variadas, pero resultaría imposible explicar cada uno de los lugares que tuvimos la gracia de conocer, por eso solamente pondremos los nombres. Aquí arriba, nuestra llegada a Contemplación Marial, casa de formación de los más jóvenes, junto a la Basílica Nuestra Señora del Rosario de Fátima, municipio de Cotia (Zona sur de SP).
¡Una verdadera belleza!
Más o menos tiene las proporciones de la iglesia que se está construyendo en Ypacaraí.
Encontramos a los chicos paraguayos que estudian en Sao Paulo, entre ellos a algunos como Mathias, José o Víctor cuyas mamás venían en el grupo.
La casa de hospedaje San Pedro, con el P. Jorge Antonini a la cabeza, nos recibió con los brazos abiertos. Es una pena que no encontramos las fotos del cumpleaños de la Sra. Rosana que se alegró de encontrarse por sorpresa con sus compatriotas.
Fue una verdadera peregrinación... algunos (poco acostumbrados) comentaban:
¡no paramos de rezar!
La verdad es que tuvimos la gracia de participar de varias Misas, como la que presidió Monseñor Juan Clá el lunes 3 de octubre, y además en los trayectos rezábamos el santo Rosario con fervor.
Rodizío de asado a vuelta, en algún lugar de Paraná.
Cena-desayuno en... Barrero!!! Ya estamos en casa con una buena chipa y cocido...
Pero lo mejor vino tres días después... Dorado asado, dorado al horno, surubí a la cazuela... uhmmm.
No sabíamos, aunque sospechábamos, que varias de las señoras peregrinas cocinaban de maravilla... y lo descubrimos cuando nos reunimos el viernes para compartir los recuerdos del viaje alrededor de ¡una espléndida mesa!
Fue una agradable convivencia.