El pasado viernes, 21 de agosto, pudimos visitar las instalaciones de la DIMABEL (Dirección de Material Bélico) del Ejército, pues fuimos invitados por el Director General, Contraalmirante Alipio Alfaro Saucedo.
Fuimos recibidos por él mismo y su Estado Mayor.
Además, tuvimos el honor de asistir a la ceremonia de entrega de insignias a los soldados más destacados desde su incorporación a filas.
Y fue ocasión de transmitir a estos esforzados servidores de la Patria nuestro estímulo para proseguir su formación.
Al término de la ceremonia, la tropa y los suboficiales estudiantes de los cursos de especialización de la DIMABEL desfilaron marcialmente al son de bellas músicas que nos llenaron de entusiasmo.
Y hasta pudimos sacar esta foto de recuerdo.
De ahí pasamos al salón de conferencias donde recibimos una completa información sobre la historia, visión y misión de esta estratégica unidad del sistema de defensa nacional. Fue impartida por el Subdirector de la institución, que contestó a todas las preguntas que los alumnos quisieron hacerle.
Infelizmente el tiempo vuela y nos fuimos a conocer el Museo donde se guardan perfectamente clasificados armamentos de todas las clases que participaron en importantes hechos de la historia del Paraguay, especialmente la Guerra del Chaco.
En las paredes se encuentran reproducciones de las atrocidades cometidas por las tropas de la Triple Alianza en la batalla de Piribebuy.
Precisamente el día 12 de agosto pasado se conmemoró la masacre del hospital por todos conocida.
Los funcionarios y personal del Museo quisieron tomarse una foto de recuerdo y también dejamos nuestro testimonio escrito en el libro de visitas.
Luego pudimos visitar la fábrica de munición y los alumnos asistieron a una pequeña demostración (donde por seguridad no se pueden sacar fotografías).
La sorpresa mejor fue al final, cuando el Director General nos invitó a conocer la futura capilla de la unidad que casi parece una Catedral.
Un hermoso y amplio templo a cuya inauguración, a finales de septiembre, hemos sido invitados a cantar.
Compartimos el almuerzo con todos. Por cierto, no sabemos porqué tiene mala fama la comida del cuartel porque estaba excelente.
Se bendijo la mesa y, a los postres, pudimos agradecer la hospitalidad y trato caballeresco que recibimos a cada momento. Fue una visita llena de ricas experiencias y enseñanzas para nuestros alumnos y estamos muy agradecidos por esta oportunidad que se nos dio.
El Contraalmirante Saucedo nos respondió con unas cálidas palabras y nos obsequió con un plato de recuerdo decorado con el escudo de la unidad.
De nuevo nuestro agradecimiento a todos los que hicieron posible este intercambio enriquecedor entre instituciones educativas y castrenses a las que une un ideal común: servir para construir un gran futuro a nuestra nación paraguaya.