Desde la más famosa chocolatería bajamos por un pintoresco camino al bosque encantado en busca de la casa de chocolate... de Hänsel und Gretel.
Bajo las copas de los árboles transcurre un tranquilo camino lleno de carteles que explican la famosa historia de la bruja y la casa de chocolate.
Más dulce que el chocolate es la cultura... por eso en la casita no había ninguna bruja de verdad, pero sí había muchos libros para leer.
Después de atravesar todo el bosque y comprobar el final feliz de la historia de los dos niños, llegamos a la plaza de la Cultura Alemana.
Toda la ciudad está llena de bonitos jardines y perfectamente limpia.
Desde aquí salimos a conocer el centro histórico... que podrán ver en el próximo post.