Ante la Virgen del Rosario tuvimos el honor de realizar este concierto de villancicos.
Mucho público y familiares de los niños acompañaron el desarrollo del concierto.
Todo debe dar gloria de Dios: impecable presentación, disciplina y uniformidad nos dan una idea de como debe ser la armonía eterna y perfecta del cielo.
El hermoso templo y el pintoresco pesebre rejubilaron al son de las inocentes músicas navideñas de los más diversos países.
El entusiasmo fue creciendo poco a poco arrastrado por el encanto de los bellos sonidos.
Esta vez el "solo" de percusión fue más osado y constó de 5 percusionistas que lo ejecutaron a la perfección con destreza y coordinación.
La gente ya se puso de pie y hubo que hacer dos bises, con la sorpresa de que llegó en ese momento Monseñor Gilles Lemay, actual obispo de Amos (Canadá) y que fue muchos años párroco de Luque.
Para él fueron dedicadas las dos últimas músicas en francés e inglés, por ser los idiomas oficiales de su país.
Monseñor Gilles demostró su buen espíritu de pastor entregado, pues en ese momento llevaba 24 horas sin dormir y acaba de llegar de tan largo viaje. Sin embargo aceptó la invitación de acompañarnos en ese entrañable momento.
¡Que la Virgen del Rosario le recompense el buen ejemplo que nos dio!