Continuando la serie de villancicos de este año llegamos el templo de La Trinidad.
A pesar de la tarde lluviosa acudió una buena cantidad de público.
Todos quedaron contentos y llenos de la suave alegría de la Navidad.
Mereció la pena desafiar las tormentas y poder celebrar este momento entrañable, que es un verdadero acto de amor al Niño Jesús.