La verdadera amistad es el amor al prójimo vivido en todas sus modalidades y en todas sus consecuencias lógicas, por amor a Nuestro Señor Jesucristo. O el amor al prójimo tiene esa raíz y llega a ese desdoblamiento, o, simplemente no existe.
La verdadera amistad presupone, por tanto, el amor a Dios y la renuncia al egoísmo. Cuando se tiene ese estado de alma se siente, no apenas facilidad en ayudar a los otros, mas alegría en el alma de sacrificarse por los demás Procuremos, así, el convivir con personas virtuosas, y encontraremos la perfecta amistad, aquella que las Sagradas Escrituras alaban con este término:
"Un amigo fiel es una poderosa protección: quien lo encontró descubrió un tesoro. Nada es comparable con un amigo fiel".(Ecl. 6, 14-15)
"Nadie tiene amor mas grande del que da la vida por sus amigos" (Juan 15:13)