Apreciados hermanos:
Al despedirse uno de los hermanos me
preguntó si me gustaría recibir un póster gigante de la Virgen como obsequio;
gustosa acepté y muy pronto llevé a una vidriería para que pueda estar en un
bonito cuadro.
En una ocasión estuvieron por el Palacio de Justicia de Villarrica y yo les acompañé en
esa oportunidad para invitar a los funcionarios a una misa a
llevarse a cabo en la Iglesia Catedral.
Desde esa vez, Ella ocupa un lugar
importante dentro de mi hogar.
Pero el tema es que me dejé estar y
no pude llevar para que el Párroco del lugar pueda bendecirla.
Pasaron los días y se fijó un día
para que el Obispo de Villarrica, Mons. Ricardo Valenzuela,
visitara nuestro lugar de trabajo ; faltaba un Santo o una Imagen y
nadie tenía; entonces yo ofrecí la Virgen que me habían regalado para que pueda
estar en un pequeño altar preparado para el efecto.
Por último, para seguir con mi gran
felicidad de ese día, se acercó una compañera integrante de un movimiento
juvenil pidiéndome para llevar a la Virgen a un Retiro espiritual con
unos jóvenes. ¿Se imaginan? Hasta se volvió misionera la Virgen más bonita
que he conocido.
Les envío alguna fotos de ese
momento.
Saludos cordiales y bendiciones para
todos.
Carmen Alicia