En la Capellanía de Nuestra Señora de la Asunción, bajo la mirada de la Virgen.
En la homilía traspareció la fuerza del Espíritu Santo que movió nuestros corazones.
El coro y banda solemnizando la celebración y también cantando músicas navideñas.
Fue acompañado por el también nuevo sacerdote P. Ismael Fuentealba, EP.
El momento más importante de la misa: la Consagración.
Después de la bendición final, las fieles se acercaron para felicitar al nuevo sacerdote y venerar sus manos ungidas que son, a partir de la ordenación, las propias manos de Nuestro Señor Jesucristo y servirán para dispensar los sacramentos de la Salvación a todos los hombres.
Fue un momento muy emotivo para los que desde hace años le conocen y han acompañado los arduos pasos recorridos hasta llegar a este momento de gran alegría para todos y de mucha esperanza de futuro.
Fueron repartidos los recuerdos de su ordenación con la imagen del Inmaculado Corazón de María.
¡Salve María!