¿A quién no le ha gustado soñar con ser capitán de navío para surcar las aguas de ríos y mares?
Pues hace unos días pudimos realizar un poco este sueño a bordo del buque insignia de la flota de guerra paraguaya: el Itaipú, patrullero artillado con base en Puerto Sajonía.
A las 9:00 en punto de la mañana embarcamos para hacer una travesía por la bahía de Asunción y recibir una interesantísima charla a cargo de varios oficiales de la gloriosa marina paraguaya.
Admiramos a los dos buques-museo que se conservan como reliquias de la guerra del Chaco y que tuvieron un gran papel en la victoria de nuestras armas.
Aprendimos con sorpresa que la tercera flota mercante fluvial del mundo es la nuestra, solo superada por China y EE.UU.
Ahora valoramos mucho más los heroicos trabajos de nuestra flota para controlar el tráfico fluvial, perseguir a los contrabandistas y traficantes, así como asistir a las poblaciones ribereñas necesitadas en momentos de aprieto.
Luego recorrimos el buque de arriba a abajo y hasta manejamos los instrumentos del puente de mando.
Alguno ya se imaginaba persiguiendo piratas y bucaneros...
¡Dios mío! ¡A donde iremos con este capitán!
Otro día nos fuimos a otras aguas: las del lago Ypacaraí para disfrutar de la brisa sobre sus tranquilas olas.
Al final, acabamos en un chapuzón... pero no en el lago, sino en nuestra conocida y siempre divertida piscina de la Casa Sagrada Familia. Esta vez con supertobogán solo apto para valientes de verdad...